Para realizar correctamente el presupuesto para la realización de una pieza o de un útil de control, es imprescindible que el cuaderno de cargas concrete los isostatismo y los puntos, zonas o caracterÃsticas de control.
Tal como comentábamos en nuestro anterior artÃculo «Productos y servicios a medida«, no es suficiente decirnos simplemente: «Mira, esta es la pieza, y quiero un calibre». Cada pieza tiene sus caracterÃsticas y sus problemas, e indicarnos cuales son en el momento de fijar y controlar la pieza es crucial.
Este ejemplo es la única documentación recibida de un cliente para la realización de un presupuesto. Nos mandó una imagen de la pieza con una vista isométrica, con un email diciendo: zonas en rojo = apoyo; zonas en verde = control.
Este tipo de 3D va bien para especificar claramente las zonas de apoyo y control que tomar en cuenta, pero no es suficiente: necesitamos saber si el cliente ya se ha planteado el apoyo de su pieza de una manera más clara que con una marca roja! De la misma manera, necesitamos una identificación clara de los puntos que deben ser controlados, para evitar confusiones y olvidos en el presupuesto, que resultarán en complicaciones cuando se inicie el proyecto.
¿La solución? Un simple documento detallando por escrito las caracterÃsticas que el cliente busca:
- ISOSTATISMOS:
– Apoyo y apriete en RPS1
– Centraje en RPS2
– Anti-giro en RPS3 - CONTROL
– Posición puntos 1 y 2
– Superficie 3 - Isostatismos de la pieza (y método de fijación si ya tenéis una idea del método)
- Puntos de control (y solución de control si ya habéis pensado en una)
- Material si se pide una material diferente del aluminio y acero que se suele utilizar en estos casos.
etc.
Por el contrario, este ejemplo ya nos permite tener una visión muy clara de los requÃsitos del cliente: los cuadros en verde indican los isostatismos de la pieza, y los números detallan los diferentes puntos de control de la pieza. Al lado de este croquis estaban dos párrafos detallando por un lado los isostatismos y el método de fijación de la pieza, y por otro los puntos de control y el método para llevar a cabo la medición.
Número total de páginas del cuaderno de cargas: 1, y ya ha sido más que suficiente.
Lo importante no es hacer un cuaderno de cargas muy largo, especificando todos los puntos genéricos deseados por el cliente final, sino poner pocos elementos, eso sÃ, pero que sean claros y útiles :
La clave está en pensar bien estos datos antes de escribirlos y estudiar cuales van a ser los posibles problemas que nos puede presentar la pieza para no controlar cualquier caracterÃstica por controlar. Los útiles son inversiones caras que deben pensarse bién para quesean lo máximo de efectivas.
Al explicar esto a nuestros clientes, algunos no entienden nuestra reacción, y escuchamos comentarios como: «Pero eso es tu trabajo, no el mÃo», o «Â¡no tengo por qué saber como fijar y controlar la pieza yo!». Tampoco pedimos que nos detallen el proceso de diseño del útil de control, sino de ponernos en dos o tres lÃneas más información sobre lo que buscan.
Pero, al final los clientes ya se dan cuenta de que al detallar mejor estos puntos, permitirán limitar los riesgos de malentendidos, olvidos y errores durante la realización del calibre, y esto sà que interesa tanto al cliente como al proveedor.
ArtÃculos relacionados: Manual para la elaboración de un cuaderno de cargas.
Aunque parezca mentira, cuanto escribimos algo para explicárselo a un tercero (ejem. cuaderno de cargas), tenemos que hacer un esfuerzo para argumentar las ideas o los puntos que especificamos. En muchas ocasiones, el hecho de escribirlo nos hace tener las ideas mas claras y reflexionar un poco más sobre un planteamiento o la estrategia que vamos a utilizar. Haced la prueba y veréis como os ayuda mucho. El tiempo que perdáis escribiendo, lo ganareis con posibles errores o malos planteamientos.