Iniciamos hace unos días una nueva serie de artículos sobre los Amigos del Calibre, es decir los aspectos que hacen que producir vuestros útiles sea más fácil para el fabricante de útiles, y con resultados óptimos tanto en cuanto a calidad como a funcionalidad para vosotros..
Una manera de asegurarnos de que vuestros útiles quedarán tal y como los necesitáis, y de evitar perder tiempo en revisiones de diseño y correcciones es realizando un buen cuaderno de cargas. La respuesta habitual a esta afirmación suele ser: “Un cuaderno? No tengo tiempo para esto, tendréis que ir haciendo con la documentación que tenga…” Pero esta afirmación parte de la teoría de que un buen cuaderno de cargas tiene que ser un documento largo, tedioso, que os implicará muchas horas de trabajo. Y no tiene porque ser así! Os mostramos a continuación un ejemplo de un excelente cuaderno de cargas, que contiene toda la información que necesita vuestro fabricante de útiles de control para trabajar. Como podéis ver, este documento se compone de…tan solo una hoja! Ni más, ni menos, y con toda la información imprescindible para poder diseñar un útil de control: .
– Una imagen de la pieza, con su identificación: nos permite saber si se trata de una pieza única, o izquierda/derecha, o de varias piezas que se tengan que controlar en el mismo útil de control. Dar en el propio cuaderno de cargas su identificación nos será útil además para la identificación del útil de control: estos datos aparecerán en la placa de identificación del útil.
– Los RPS (fijaciones) de la pieza, claramente identificados
– Las características a controlar, y con qué sistema de medición queremos controlarlas: por atributo (Pasa/No Pasa), o por variable (comparador)
– Las simulaciones a prever, llegado el caso
– Los accesorios a prever: carro, funda, algún instrumento de medición especial? Algún estudio especial: R&R, capabilidad de piezas? En el caso del ejemplo mostrado a continuación, ninguno de estos accesorios es necesario para este útil de control
– El código de color (RAL) con identificar el útil de control, llegado el caso
Con esta información, concisa y clara, ya tendremos los elementos suficientes para diseñar un útil de control que responda a vuestras necesidades, no hace falta más! Redactar un cuaderno de cargas largo, con muchas páginas de descripción generales que no tienen porque aplicarse a vuestro útil tiene un riesgo importante: nos podríamos perder información valiosa con tantos datos..
El hecho de que vuestra empresa tenga un cuaderno de cargas general siempre es útil: nos da las directrices generales que necesitáis que se apliquen en vuestros útiles.
Pero un cuaderno específico, conciso, según el modelo que os mostramos en este artículo, será la clave del éxito para unos útiles óptimos. Y podéis estandarizar su formato de redacción, igual que en este ejemplo, para tener que dedicar tan sólo unos minutos a su redacción, y ahorrar muchas horas de trabajo de seguimiento y correcciones a posteriori.
Esperamos que estas indicaciones os sean útiles para la redacción de vuestros próximos cuadernos de cargas!.