Concepción errónea : enemigo nº2

Siguiendo con el tema tratado en anteriores artículos sobre los Enemigos del calibre, ahora vamos a profundizar sobre el segundo aspecto más importante que tenemos que cuidar.

La experiencia de muchos años nos demuestra que hay tres tipos de fabricantes de piezas que podríamos clasificar en función de su concepción de los “calibres”:

  • (i) el primer tipo de fabricante es aquél que tiene la completa convicción de que los calibres, galgas y útiles de control son un factor imprescindible en toda la cadena productiva a fin de conseguir los niveles de calidad exigidos por sus clientes
  • (ii) el segundo tipo de fabricante es aquél que adquiere los útiles de control, más que por convicción, por exigencias de su cliente final, como un mero trámite que hay que cumplir
  • (iii) Finalmente, esta el tercer tipo de fabricante, aquél que prescinde de los útiles de control como medio preventivo de control. Únicamente adquiere calibres cuando el problema ya ha aparecido y hay una situación de rechazos a la que debe hacer frente y no sabe como solucionar.

Esta diversa concepción de los “calibres” obviamente está relacionada con la política de “control de calidad” que pueda tener cada empresa. Basta observar los equipamientos, metrología y útiles utilizados para concluir que a veces las diferencias son abismales.

Está claro que no siempre es posible estar en la situación del fabricante del grupo (i) y que cada empresa, en función de sus recursos, situación económica, y circunstancias concretas configurará de una manera u otra su “control de calidad”. Sin embargo, lo que pretendo con este artículo es haceros reflexionar sobre el hecho de que el “útil de control” en muchas ocasiones se infravalora. Para muchos no deja de ser un gasto que encarece el producto cuando, muy al contrario, si las cosas se hacen bien y se le da la importancia que realmente debe tener no sólo puede ahorrar mucho dinero y tiempo en solucionar problemas que podrían haberse evitado (“más vale prevenir que curar”) sino que además revertirá directamente en la calidad del producto.

El fabricante del grupo (ii) cae en la trampa a menudo de ver el calibre como un mero trámite. Una inconcreción inicial del calibre (tanto en el momento de ofertarlo al cliente final como al concretarlo con el propio fabricante del calibre) lleva muchas veces a un cúmulo de errores difíciles de solucionar. Esta inconcreción, junto con las prisas y los cambios de última hora pueden evitarse si, desde el principio, se le da al calibre la importancia y el papel fundamental que debe tener en todo proceso de fabricación. Estamos seguros que si estas empresas cambian su concepción de los útiles de control y empiezan a verlo de otra manera, dándole la importancia que debe tener, el “útil de control” les ahorrará tiempo y dinero, dejarán de verlo entonces como un “gasto” para verlo como un “valor añadido”. Creedme que es un esfuerzo que merece la pena.

En cuanto a las fabricantes del Grupo (iii) – grupo en el que se encuentran todavía demasiadas empresas- el camino a recorrer es todavía largo. Estas empresas no son conscientes de que los problemas de calidad inciden negativamente además de, evidentemente, en el propio producto, en la organización, ambiente de trabajo y estrés que acaban haciendo mella en todos los estratos de la organización desde producción, calidad, comercial……. Los problemas se acumulan, los propios árboles no les permiten ver el bosque, las soluciones se toman precipitadamente casi sin pensar, toda una espiral que les lleva al fracaso. Aunque parezca mentira, he vivido situaciones de auténtico caos que podrían haberse solucionado muy fácilmente si en un momento inicial se hubiesen tomado las medidas oportunas. A estas empresas se las debe convencer de que den una oportunidad al “útil de control” y que, poco a poco vayan acercándose a las del Grupo (i) cuyas características principales en cuanto a su política de calidad pasamos a exponer.

Este Grupo (i) se caracteriza por :

  • Tiene personal e instalaciones dedicadas en exclusividad al control de calidad.
  • Dispone de técnicos, con experiencia en este tipo de utillajes y metrología, que se dedican desde el momento inicial a la asignación del proyecto a la concepción de calibres y utillajes de control. Son ellos los que hacen el seguimiento.
  • Considera que debe defender una partida económica para poder abastecerse de los útiles necesarios
  • Se esfuerza por disponer de los medios mínimos de control para hacer frente a los riesgos esperados (DAFO) en la fabricación de cada pieza.
  • Se asegura de disponer de los oportunos medios de control antes de disponer de los medios productivos para poder verificar así las primeras piezas fabricadas.
  • Elabora cuadernos de cargas específicos para cada uno de los útiles de control los cuales son analizados detalladamente a fin de sacar el máximo partido a la inversión realizada asegurándose de que son aprobados por el cliente final para evitar modificaciones posteriores.
  • Por último, tampoco olvida realizar un correcto mantenimiento y calibraciones periódicas, todo ello asegurándose, en todo momento, que el personal de producción dispone de las pautas de uso para utilizar correctamente dichos calibres.
    Saben con certeza que coste va a tener cada medio de control y si no disponen de presupuesto, tienen tiempo para urgar entre la lista de proveedores para que salga lo más economico posible.

Es un esfuerzo importante pero a la larga merece la pena y a la vista están los resultados. Un calibre mal concebido nos llevará directos al desastre. La falta de definición y de concreción en los detalles suele ser el principal motivo de este fallo. Nadie mejor que el fabricante conoce su problemática, los aspectos a controlar y que es imprescindible evitar, si no se involucra el proyecto está destinado al fracaso. Una inversión de tiempo a “tiempo” puede ahorrar mucho dinero.

Las frases que a veces escuchamos son: «Decídelo tu que eres el experto en calibres», «…..pero no habéis hechos otros similares para otros clientes?», ó «Ya nos habéis fabricado otros calibres para piezas similares» – cuando se esta tratando una pieza con cambios significativos respecto a las anteriores -. Y en ocasiones no disponen ni de la información necesaria para cocevir correctamente el útil. Es sabido que para poder tomar decisiones, deberemos tener un plano que nos indique los isostatismos, las cotas críticas junto con sus tolerancias, etc… y un fichero 3D actualizado al último nivel. Bien, pues sin esta información de partida no se puede hacer un trabajo correcto.

Nos gustaría cada vez escuchar menos estas frases. Hay que tratar al fabricante con el respeto que se merece, pero el también debe valorar nuestro trabajo. En el proyecto debemos involucrarnos todos, sólo así el resultado será satisfactorio.

No nos cansaremos de repetir, debe dejar de infravalorarse al “útil de control”, y darle la importancia que se merece.

Nosotros estamos convencidos de ello y, por eso, continuaremos con nuestra labor dando el mejor servicio y calidad a nuestros clientes, estando seguros de que las empresas del grupo (ii) irán con el tiempo acercándose a las del grupo (i) y confiando en que las empresas del grupo (iii) tarde o temprano acabarán dándole la oportunidad que se merece al “calibre”.

Otros artículos de interés: Los enemigos del calibre, Bajo presupuesto: enemigo nº1

Fotografía: Stockxpert

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7 comentarios en “Concepción errónea : enemigo nº2”

  1. Análisis muy lúcido de la situación.
    Por falta de criterio y tiempo, acabas con medios de control que no son los adecuados…
    Muchas veces con sólo sentarse media hora, sería suficiente para elaborar un concepto decente y apropiado de calibre.
    Pero entre los que no quieren y los que no pueden, la casa sin barrer !

  2. Muy deacuerdo con tu analisis. El problema es que se reacciona cuando el problema de calidad ha surgido, y frente a las consecuencias, se toman medidas para los proyectos que siguen. Muchos problemas podrian haber sido evitados teniendo calibres y utiles de control adecuados. Mas vale prevenir que lamentar!
    Tambien es cierto que se suele pensar que los fabricantes de calibres y otros utiles saben lo que tienen que hacer, pero cada producto tiene exigencias de calidad muy diferentes y no es extrapolable. Personalmente pienso, que el buen concepto es fruto de un trabajo en comun entre el usuario, que conoce las exigencias, y el fabricante, que conoce las posibilidades y puede tener experiencias en casos similares que pueden ayudar.

  3. Con el tiempo me he dado cuenta que hay un aspecto que no he mencionado en este artículo y que también afecta a la concepción del calibre a modo de «freno evolutivo». Cuando conocemos algún sistema productivo, lo dominamos y nos encontramos seguros con este proceso tendemos ha tener aprensión a cambiarlo y a poner impedimentos para que pueda mantenerse el mismo proceso. En definitiva tenemos «miedo al cambio» o no queremos complicarnos la vida.
    Este aspecto hace que diseñemos un útil de control de un modo que no tiene por que ser incorrecto, pero que descartemos nuevos métodos novedosos y mas apropiados.
    Cuando hablo a algunos clientes sobre «útiles automatizados» les suena a complicación y no suelen demostrar demasiado interés. Pero este interés se despierta cuando ven y tocan uno de ellos o pueden comprobar los beneficios que aporta. La neumática y la electrónica nos pueden ofrecer muchas posibilidades, pero no tan solo en las cadenas de producción, sinó que también en útiles manuales.
    Es un comportamiento muy curioso y que se repite a menudo con técnicos de cierta edad (muy habitual en el sector del automóvil). I que conste que cuando un técnico combina la experiencia de años y el sentido común o la pericia que no solemos tener los jóvenes, la combinación es fantástica, pero esto no quita que en ciertos aspectos puedan ser un punto negativo. La experiencia y el ojo clínico que puede tener mi padre después de más de 50 años de profesión, para mi es envidiable, pero cuando le proponemos un cambio en algo que ya funciona y domina, se lo mira con demasiado recelo.
    Os recomiendo que si una empresa especializada en un producto como los útiles de control os aconseja alguna mejora de este tipo, que os dejéis llevar y le dejéis hacer. Tecnomatrix, como todas las empresas de servicios, vive de la fidelización de nuestros clientes, por que si no repiten y no traen más proyectos nos quedamos sin trabajo….., y jamás ofreceríamos un producto sin tener garantías de que el cliente quedará contento con los resultados.

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