Se derrite el iceberg ?

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Cuando hace unos años se empezaba a hablar de  la “globalización”, la mayoría de nosotros poco podíamos imaginar que, en tan poco tiempo, este fenómeno nos afectaría tan directamente.  En nuestra vida cotidiana nos encontramos con numerosos ejemplos de este suceso imparable.
Una de las consecuencias más conocidas y polémicas de la “globalización” es  la “deslocalización”, cuya importante influencia nadie discute en las actuales crisis económicas de Europa y Norteamérica, en contraposición a un Este Asiático en plena expansión económica.

Según datos proporcionados por el OICA la producción mundial de vehículos en el 2005 fue de 66,46 millones de unidades. Si bien esta cifra representa un crecimiento respecto al 2004 del 3,1%  supone una desaceleración con respecto al año anterior del  3,2%.En el caso de España, la producción fue de 2,75 millones de vehículos, ocupó la séptima posición por detrás de EE.UU. (11,98M), Japón (10,8M), Alemania (5,75M), China (5,7M), Corea del Sur (3,7M) y Francia (3,55M), y por delante de países como Canadá (2,68M) y Brasil (2,52M). Hoy se ha dado a conocer que en el 2006, China ya ha subido una posición en el ranking y ha pasado por delante de Alemania. España ha bajado en el ranking de fabricantes desde el quinto lugar hasta el séptimo con un descenso en la fabricación del 9%. Esta disminución está provocada, en gran parte, por la exportación europea de las unidades producidas en nuestro país y la crisis de ventas que atraviesa el Viejo Continente.La industria española es una de las más afectadas por esta situación. Gracias a los países del Este hemos dejado de ser, junto con Portugal, un país “Low Cost”. No sorprende que éstos últimos estén teniendo crecimientos anuales superiores al 24% .
Francia y Alemania – con costes laborales muy elevados y fuertes presiones sindicales – intentan combatir la situación con políticas intervencionistas a fin de preservar los puestos de trabajo de sus fábricas. Sin embargo, esta práctica parece haber llegado a su fin. Muestra de ello es el reciente anuncio de Volkswagen de suprimir 10.000 puestos de trabajo en Alemania.En España, esta controversia nunca se hubiera producido. Nuestras plantas de fabricación son de titularidad extranjera, en consecuencia, las decisiones se toman más allá de nuestras fronteras.  Con este panorama, parece claro que España debe competir invirtiendo en competitividad y calidad. A diferencia de alguno de los países de la Unión Europea, como el caso galo antes comentado, jugamos con la ventaja de tener una actuación sindical menos agresiva y más flexible . Muchos todavía recordamos como, con la fusión de Renault y Nissan,  se temió por la continuidad de las fábricas en España de estas dos compañías. Por el momento, parece haberse superado la crisis. El esfuerzo en unificación de componentes y reducción de gastos ha dado sus frutos y, hoy por hoy, la fábrica de Nissan puede presumir de haber incrementado su capacidad hasta límites que han superado con creces todas las previsiones. En el caso de Renault, se espera superar el tropiezo de la poca aceptación del “Modus” con la fabricación del nuevo “Clio”.Aún a pesar de lo expuesto, lo cierto es que la rotura de las negociaciones entre Renault y General Motors ha sido un respiro para muchos españoles que ya vislumbraban el cierre de algún centro de producción  en España de Renault, Nissan o Opel.
Nadie puede negar el esfuerzo que está realizando la industria española, defendiendo su posición a capa y espada en una crisis que, en mi opinión, está lejos de llegar a su fin, por lo que esperamos se mantengan las plantas de fabricación de automóviles así como todo el tejido industrial que se urde a su alrededor. En lo que a los fabricantes de moldes, matrices y calibres se refiere, la solución pasa por buscar alternativas que combatan los bajos costes de los países del Este. Debemos abrir nuestras mentes a la búsqueda de nuevas ideas, productos y mercados.  Es el momento de lo que el prestigioso Profesor de la Harvard Business School, John Kotter, denomina la “gestión del cambio” ( “Leading the Change”, “Our Iceberg is melting”) : Sólo son líderes aquellos que logran adelantarse a los acontecimientos con una gran visión de futuro, vencen los obstáculos y logran sus objetivos.

© Xavier Conesa Foix, 2006

1 comentario en “Se derrite el iceberg ?”

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